Requisitos no funcionales: ¿Por qué son importantes?
Un requisito es una declaración que describe una característica, función o restricción que debe cumplir un sistema o software. Estos requisitos pueden ser de dos tipos: funcionales, que describen lo que el sistema debe hacer (por ejemplo, registrar un usuario), y no funcionales, que describen cómo el sistema debe ser (por ejemplo, ser seguro o rápido).
Antes, el desarrollo de software y aplicaciones se centraba principalmente en la implementación de las funcionalidades requeridas por los usuarios, mientras que la usabilidad, la eficiencia, el rendimiento y la seguridad no eran prioridades centrales en el diseño, lo que afectaba negativamente la satisfacción del usuario, el éxito empresarial y la capacidad de la empresa para adaptarse a las cambiantes demandas tecnológicas y del mercado.
Con la implementación de los requisitos no funcionales se han abordado estas limitaciones y se ha llevado a un enfoque más completo y equilibrado en su desarrollo. Ahora, se consideran estos aspectos desde las primeras etapas del proceso de desarrollo, lo que resulta en aplicaciones y sistemas más robustos, seguros y eficientes.
Los requisitos no funcionales han contribuido al crecimiento de las empresas al crear una base sólida en soluciones tecnológicas exitosas. Al cumplir con estos requisitos, tu empresa puede obtener una ventaja competitiva, mejorar la satisfacción del cliente y construir una base sólida para el crecimiento y el éxito a largo plazo.
¿Qué son los requisitos no funcionales?
Los requisitos no funcionales, también conocidos como "requisitos de calidad" o "requisitos de atributos del sistema", son características y criterios que describen cómo debe ser el rendimiento, la seguridad, la usabilidad y otros aspectos de un sistema o software más allá de su funcionalidad básica.
Utilizar requisitos no funcionales es una parte importante al momento de desarrollar un sistema, hará que tu software o aplicación sea eficaz, eficiente y cumpla con las expectativas y necesidades del usuario.
No obstante, debes entender que estos trabajan de la mano con los requisitos funcionales. ¿A qué nos referimos con esto? Verás, los requisitos funcionales se enfocan en el qué, mientras que los requisitos no funcionales se enfocan en el cómo y en qué medida cumplen con ciertas cualidades. A continuación te lo explicamos detalladamente.
Requisitos no funcionales vs. requisitos funcionales
En la ingeniería de software, tanto los requisitos funcionales como los no funcionales juegan un papel crucial en la definición de cómo se espera que funcione un sistema y las cualidades que este debe poseer, como usabilidad, mantenibilidad, escalabilidad y seguridad.
Ambos tipos de requisitos son esenciales para crear un sistema completo y exitoso. Veamos en qué se diferencia cada uno:
Requisitos Funcionales | Requisitos No Funcionales |
---|---|
Describen qué hace el sistema. | Describen cómo debe ser el sistema. |
Detallan las funcionalidades específicas que el sistema debe proporcionar. | Definen las cualidades, características y restricciones del sistema. |
Se centran en las funciones y el comportamiento del sistema. | Se centran en la calidad, el rendimiento, la seguridad y las características del sistema. |
Orientados a lo que el sistema debe lograr en términos de comportamiento y resultados. | Orientados a cómo el sistema debe cumplir con los requisitos de calidad, rendimiento y experiencia. |
Medidos por su capacidad para cumplir con escenarios y casos de uso específicos. | Medidos por atributos como velocidad, seguridad, usabilidad, disponibilidad, entre otros. |
Directamente afectan la interacción del usuario con el sistema. | Indirectamente afectan la experiencia del usuario y la calidad del sistema. |
Se traducen en funcionalidades específicas del sistema. | Se traducen en criterios de rendimiento, seguridad, usabilidad, entre otros. |
Tipos de requisitos no funcionales
Los requisitos no funcionales son las características y propiedades de un sistema que se relacionan con su desempeño, calidad y éxito. Es importante identificar y definir adecuadamente los requisitos no funcionales para garantizar el éxito y la calidad del sistema desarrollado.Te dejamos una lista de los más comunes:
Rendimiento: establece las expectativas de velocidad y capacidad del sistema. Puede incluir aspectos como tiempos de respuesta, tiempos de carga, rendimiento bajo diferentes cargas de trabajo y escalabilidad.
Seguridad: define los mecanismos de seguridad necesarios para proteger el sistema y los datos contra amenazas y ataques. Puede incluir autenticación, autorización, encriptación y protección contra vulnerabilidades.
Usabilidad: describe cómo debe ser la experiencia del usuario al interactuar con el sistema. Puede incluir aspectos como la interfaz de usuario, la accesibilidad, la facilidad de uso y la satisfacción del usuario.
Disponibilidad: establece cuánto tiempo el sistema debe estar disponible para los usuarios. Puede incluir objetivos de tiempo de actividad, tiempo de inactividad planificado y recuperación ante fallas.
Fiabilidad: describe la confiabilidad del sistema y su capacidad para funcionar correctamente durante un período de tiempo determinado. Puede incluir aspectos como la tolerancia a fallos y la recuperación ante errores.
Mantenibilidad: indica cómo se debe mantener y mejorar el sistema con el tiempo. Puede incluir la facilidad de mantenimiento, la documentación y la capacidad de realizar cambios sin afectar la estabilidad.
Portabilidad: define la capacidad del sistema para ser trasladado o adaptado a diferentes entornos y plataformas. Puede incluir la compatibilidad con diferentes sistemas operativos, navegadores o dispositivos.
Escalabilidad: describe cómo el sistema puede manejar un aumento en la carga de trabajo sin degradar su rendimiento. Puede incluir la escalabilidad vertical (mejorar los recursos de un solo equipo) o la escalabilidad horizontal (añadir más recursos o equipos para mantener el rendimiento).
Ejemplos de requisitos no funcionales
Los requisitos no funcionales variarán según el contexto y los objetivos específicos de cada sistema, aquí algunos ejemplos por tipo de sistema:
Sistema de comercio electrónico:
Rendimiento: El sistema debe cargar páginas en un tiempo promedio de menos de 2 segundos.
Escalabilidad: El sistema debe ser capaz de manejar un aumento del 50% en el tráfico durante la temporada de ventas sin degradar el rendimiento.
Disponibilidad: La tasa de disponibilidad objetivo debe ser del 99.9%, por lo que el sistema debe estar disponible las 24 horas del día, los 7 días de la semana, con un tiempo de inactividad máximo de 1 hora al mes para mantenimiento programado.
Aplicación de banca en línea:
Seguridad: La comunicación entre el cliente y el servidor debe estar encriptada mediante el protocolo HTTPS.
Usabilidad: La interfaz debe ser accesible y usable por personas con discapacidades visuales.
Mantenibilidad: El código fuente debe estar bien documentado y seguir las mejores prácticas de programación para facilitar futuras actualizaciones.
Sistema de gestión de inventario:
Eficiencia: Las consultas de búsqueda y filtrado de inventario deben completarse en menos de 1 segundo.
Estabilidad: El sistema debe poder funcionar durante al menos 6 meses continuos sin requerir reinicios debido a fallos.
Capacidad de recuperación: En caso de una caída del servidor, el sistema debe ser capaz de recuperar y restaurar los datos de inventario desde la última copia de seguridad.
Red social:
Interoperabilidad: El sistema debe ser capaz de autenticar usuarios a través de sus cuentas de Google, Facebook y Twitter.
Privacidad: Los datos personales de los usuarios deben estar protegidos según las regulaciones de protección de datos y no se compartirán con terceros sin el consentimiento explícito del usuario.
Localización y globalización: La interfaz de usuario debe ser localizable para diferentes idiomas y culturas, y mostrará contenido relevante según la ubicación del usuario.
Beneficios de los requisitos no funcionales
Los requisitos no funcionales aportan numerosas ventajas importantes en el desarrollo y despliegue de sistemas de software. Entre sus beneficios se encuentran:
Mejora de la calidad del sistema. Se enfocan en cosas importantes como cuán rápido trabaja el programa, cuán seguro es y cuán fácil es de usar. Al tener estas reglas, te aseguras de que el programa sea de buena calidad.
Experiencia del usuario mejorada. Se preocupan por cómo las personas usan el programa. Si un programa es fácil de entender y usar, la gente querrá usarlo.
Optimización del rendimiento. Aseguran que el programa no se vuelva lento o se trabe, incluso si muchas personas están usándolo al mismo tiempo.
Mayor seguridad. Ayudan a poner "candados" en el programa para que personas ajenas no puedan entrar o robar información.
Cumplimiento normativo. Se aseguran de que el programa siga las reglas. Así, no hay problemas legales.
Facilitación de mantenibilidad. Hacen que sea más fácil arreglar y mejorar el programa sin causar problemas.
Adaptación a diferentes escenarios. Hacen que el programa se adapte a diferentes situaciones. Si lo quieres en otro idioma o en un teléfono en lugar de una computadora, los requisitos hacen que sea posible.
Planificación y gestión efectiva. Ayudan a los equipos a planificar y gestionar los recursos adecuadamente para cumplir con los objetivos de calidad, rendimiento y seguridad.
Competitividad y reputación. Contribuye a que los productos y servicios de alta calidad cumplan con las expectativas del mercado y los clientes.
Prevención de problemas futuros. Al tener estos requisitos desde el principio, se evitan problemas que podrían ocurrir más tarde.
Requisitos no funcionales, parte importante en el desarrollo de software
Los requisitos no funcionales son una parte crucial de un proyecto de desarrollo de software, debido a que influyen en la fiabilidad, seguridad, rendimiento, escalabilidad, adaptabilidad y estabilidad. Estos componentes son fundamentales para el éxito del sistema, ya que influyen directamente en la calidad y la usabilidad del producto final.
Incluso, los cambios en los requisitos no funcionales pueden tener repercusiones importantes en el proyecto, por lo que se deben establecer y controlar con cuidado. Un buen diseño e implementación de los requisitos no funcionales es vital para garantizar el éxito y satisfacer las necesidades y expectativas de los usuarios finales.
Recuerda que pueden afectar directamente la experiencia del usuario, además de influir en los recursos necesarios para desarrollar, implementar y mantener el software. Es por ello, que te recomendamos considerarlos desde el inicio de tu proyecto, así harás una planificación más realista y precisa de este.
En resumen, la inclusión de los requisitos no funcionales en el proceso de desarrollo, garantiza un enfoque integral en la creación de sistemas exitosos. Ignorar estos requisitos puede llevar a problemas graves en el funcionamiento del software una vez implementado, lo que puede ser costoso y difícil de resolver en etapas posteriores de tu proyecto. ¿Y tú, ya los implementas?